Jornada por la Equidad de Género en la Educación Superior

El pasado 10 de septiembre se llevó a cabo en la Universidad de Antioquia, la Jornada por la Equidad de Género en la Educación Superior, organizada por la Red Nacional Universitaria por la Equidad de Género en la Educación Superior, en conjunto con la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia. Nos estuvieron acompañando la profesora Mónica Godoy de la universidad de Ibagué, feminista, académica y defensora de los derechos humanos, el profesor Oscar Quintero en representación de la Secretaría Técnica del Observatorio de Asuntos de Género de la Universidad Nacional de Colombia y Andrea Olaya, politóloga de la Universidad de Antioquia.

 

Entre las reflexiones, retos y aprendizajes que nos dejó la Jornada se encuentran los siguientes puntos:

 

* La violencia es la punta del iceberg de un problema estructural más profundo, por tanto la violencia no se puede reducir sin realizar cambios estructurales desde lo cultural y material en las universidades.

* Los llamados ‘temas de género’ no puede quedar en un grupo específico al que llega todo lo relacionado con ello, las políticas de género se deben aterrizar en los departamentos y facultades de las universidades, Por tanto la pregunta es ¿cómo transversalizar las políticas de género?, con tanta burocracia y sin que esto implique invisibilidad.

* Hacen falta procesos de investigación y diagnóstico, por ello, los observatorios de género y los protocolos necesitan sustento institucional real. También, son evidentes las brechas en el acceso de las mujeres a la investigación.

* Hay resistencias ideológicas, hay parlantes de la llamada “ideología de género” en las IES. Existe una demonización de los asuntos de género, bajo la máquina simbólica que justifica la dominación masculina en la que se apoya, esto influye en que, por ejemplo,

se siguen reconstruyendo arquetipos culturales en la acción de denuncia y recepción de casos de violencia de género.

* No hay que tenerle miedo a la acción de movilización directa, es necesario una resistencia simbólica, para trasformar la cultura y las subjetividades, que ataque la violencia simbólica a través de ejercicios simbólicos de subversión. Hay que estallar el orden simbólico ya que la violencia simbólica soporta las otras formas de violencia contra las mujeres.

* Existe Incapacidad e ignorancia frente a la violencia de género que no permite brindar herramientas concretas para enfrentarla.

* Es necesario pensar en las estrategias de cuidado en casos de violencia de género, y además hay que recalcar que el enfoque de género hace parte del debido proceso.

* La universidad no puede reemplazar el sistema penal, pero la búsqueda de la no repetición y la labor pedagógica es  responsabilidad de las universidades, así como la difusión de los marcos legales, programas de sensibilización y prevención para el desarrollo de una cultura del rechazo, también se hace el cuestionamiento  ¿Si hay que esperar hasta la sanción donde queda la prevención?

* La universidad no puede representar pero si puede acompañar y hacer seguimiento, por ello es importante definir el alcance de las instituciones en el acompañamiento.

* Los protocolos contra la violencia de género sirven para hacer visibles las problemáticas y evidenciar las incapacidades institucionales, además de facilitar el levantamiento de los casos e institucionalizar las quejas, por esto deben tener la fineza que permita configurar y visibilizar las diferentes violencias.